Amigurumies,algo mas que un muñeco.

Esta tendencia cultural popular japonés de expresar ternura ha adquirido tal notoriedad en los últimos años que, en 2009, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón designó unas “Embajadoras Kawaii” para difundir esta corriente a nivel mundial.

Desde que el DIY (Do it yourself), hazlo tu mismo, se desarrolló como movimiento mundial, se ha logrado que esta técnica trascienda más allá de la frontera nipona.

Ahora bien, ¿Podría ser esto considerado como una expresión netamente comercial o frívola? Mi respuesta es definitivamente no. Los amigurumis trascienden el mercado.

Más allá de la técnica como hobbie y de los amigurumis como objeto decorativo, tiene un significado. Es así que cuando compras o regalas uno de ellos puedes utilizarlo para expresar amor, amistad, complicidad o compañerismo.

En casa pueden ser usados como objeto decorativo o juguete para niños. Pero según la tradición japonesa, los amigurumis tienen “alma” que protegen a su dueño y lo acompañan y consuelan en momentos de tristeza o soledad. La idea es despertar o activar el componente infantil que todos llevamos dentro. En los colegios pueden ser usados para recrear canciones o cuentos infantiles.

En mi opinión, creo que es una manera muy adecuada de expresar y difundir pensamientos positivos. Detrás de un amigurumi puede haber recuerdos gratos de amistad, amor, fraternidad o hermandad.

Miniatua de Mike Wazowski,de la pelicula Monstruos S.A.
Se pueden realizar en todos los tamaños,este es para una clienta que nos lo ha pedido en broche.